Zidane se movía con la prestancia de un torero. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como pinceladas https://katrinaksaz588469.rimmablog.com/37409966/qué-pasó-realmente-en-el-cabezazo-de-zidane